miércoles, 25 de mayo de 2011

JEAN ALLOUCH - EL PSICOANALISIS ¿ES UN EJERCICIO ESPIRITUAL?

(La psychanalyse est-elle un exercice spirituel? 2007, EPEL. Trad.: Silvio Mattoni. Ediciones Literales, Córdoba, Argentina.)


                                                           SPYCANALISIS

   Pues bien, debido a que Foucault ha cartografiado la genealogía del psicoanálisis, es posible un respuesta, un término, uno solo, que puede designar su estatuto y que voy a proponer aquí. No sin dedicarme primero a sostenerlo.
   Partamos del hecho de que iniciar un análisis es tener cuidado de sí mismo, del propio ser, como a su manera lo hacían los Terapeutas. Solicitar un análisis comprometerse con él, llevarlo a su término, es haber percibido, por la insoportable gracia del síntoma, que la manera en que uno se cuidaba de sí mismo hasta entonces era calamitosa. Sigmund Freud, amoldándose a la histérica, habría inventado una manera inédita de cuidar de sí. Y no es porque al hacerlo ignorase que retomaba cierta veta que sus seguidores, por su parte, se vieron forazados a ignorar.
   En efecto, otros lo habían precedido; otros se plantearon muy seriamente la misma cuestión del epimeleia heautou (latín: cura sui) que , según observa Foucault,

[...]tuvo una vida de muy larga duración en toda la cultura griega[...].(22)No es simplemente como condición de acceso a la vida filosófica, en el sentido estricto y pleno del término, que hay que cuidarse a sí mismo.[...] La incitación a ocuparse de uno mismo, en el curso del largo apogeo del pensamiento helenístico y romano, adquirió una extención tan grande que se convirtió, según creo, en un verdadero fenómeno cultural de conjunto.(23)

   El período histórico al que se dedica Foucault para darle toda su amplitud a la cuestión del cuidado de sí resulta particular en muchos aspectos. Se trata de del Imperio romano antes de que el cristianismo se impusiera, poniéndole fin así al politeísmo abierto donde, sin mayores problemas, era posible acoger nuevos dioses (un politeísmo sin un panteón estructurado). Sobre ese período, Marguerite Yourcenar decía que era el único breve momento verdaderamente ateo en Occidente. Imaginemos una Francia colonial que sólo hubiera tenido ojos para el África negra, superlativamente percibida como modelode un arte de vivir considerado excelso, el más deseable y que por lo tanto se debía imitar. ¡Impensable! Así era sin embargo la relación de Roma con Grecia: una colonia, lo que por cierto Grecia era, pero también el nec plus ultra de un feliz modo de vida y la referencia constante, dentro de la clase culta, para todo pensamiento y toda acción.
   Nos interesa particularmente un rasgo, sacado a la luz por Georges Canguilhem en su artículo "¿Qué es la psicología?"(24), un artículo que diría junto a Lacan, que funda una posición, incluso para el psicoanalista. En la medida en que el alma, señala Canghilhem, es considerada como un ser natural, y precisamente por eso, no se trata en absoluto en la Antigüedad de una ciencia del alma, de una "psicología". El Del alma de Aristóteles, subraya, es "un tratado de biología general, uno de los escritos consagrados a la física". Y es a esa ubicación del alma fuera del campo de una psicología que por entonces no existía, es a esa concepción del alma pensada físicamente "como forma del cuerpo vivo y no como sustancia separada de la materia" a lo que Canguilhem vincula la invención freudiana, que habría tomado de allí su verdadero punto de partida. Al respecto, la frase decisiva de Canguilhem es la siguiente:
 
A esa concepción antigua se remonta sin ruptura [subrayado mío] un aspecto de la psicología moderna: la psico-fisiología -considerada por mucho tiempo como psico-neurología exclusivamente (pero actualmente, además psico-endocrinología)- y la psico-patología como disciplina médica.

   La psicopatología (no la que se enseña actualmente, como se habra entendido) empezó positivamente con Galeno, quien estableció experimentalmente que el cerebro, y no el corazón, es la cede del alma; y desembocó en el Freud neurólogo y no psicólogo, tan decisivamente destacado por Lacan, en el Freud de la Neurótica, en el Freud anterior a la invención...¿de qué? De una ralidad psíquica que encontrará su sede en el fantasma.
   Era posible entonces cuidar de sí mismo, algo que tan sólo en determinadas escuelas quería decir "de su alma", fuera de toda psicología. Y es precisamente lo que resalta La hermenéutica del sujeto al referirse -sin duda que no por casualidad- al mismo período indicado por Canguilhem.
   Pero entonces, ¿de qué manera no psicológica tener cuidado de sí? La respuesta pasa por una experiencia de lectura, la de La hermenéutica del sujeto. Un psicoanalistata no podría menos que sentirse afectado por la extrema cercanía del ejercicio psicoanalítico con esas prácticas antiguas del cuidado de sí presentadas por Foucault. Salteamos alegremente el cristianismo(25), salteamos no menos felizmente la psicología como "ciencia del sentido interno" ( o de la conciencia de sí, o incluso del yo), desarrollada en el siglo XVIII por Wolff(26) y, sorpresivamente, volvemos a estar...(si puedo decirlo así) en casa*. Lo que en suma no resultará sorprendente cuando se trata de una genealogía del psicoanálisis.(Pp. 31-34).

NOTAS:
(22) M. Foucault, HS, op. cit., p.17.
(23) Ibid., p.25-26
(24) Georges Canguilhem, "Qu`est-ce que la psychologie?", conferencia pronunciada el 18 de diciembre de 1958 en el Collège de philosophie en París y publicada en la Revue de métaphysique et de morale, No.1, París, 1958. El artículo puede bajarse de http:www.psychanalyse.lu/articles/CanguilhemPsycologie.htm. Fue reeditado en 1966 en el número de los Cahiers pour l`analyse, que se titula a su vez, citando a Canguilhem, "Qu`est-ce que la psycologie?" Por su parte, Canguilhem volvería sobre el tema con la misma virulencia, más de veinte años después: véase "Le cerveau et le pensée", texto dactilografiado, curso público del MURS del 20 de febrero de 1980, recogido en Prospectie et santé, 14 , 1980.[..."El cerebro y el pensamiento", Revista colombiana de Psicología, No5/6, U.N. de Bogotá y en http://www.oficinavirtual1.com.ar/biblioteca/cerebroy pensamiento.htm.] Al citar a Canguilhem, Lacan participará en esa gresca: véase"La ciencia y la verdad", Ecits 2, "México,Siglo XXI, p.839.
(25) Aunque no dejamos de señalar el notable trabajo de Louis Beirnaert que se advierte particularmente en la obra Aux frontières de l`acte analytique. La Bible, saint Ignace et Lacan (París, Éd. du Seuil, 1987). Los ejercicios espirituales elaborados por san Ignacio de Loyola, cuya lógica despliega Beirnaert, no apuntan a confortar una espiritualidad que pudiera suponerse etérea sino más bien, en consonancia con la experiencia fundadora de Ignacio de Loyola, a "la decisión referida a lo que hay que hacer y a lo que se hará"(p.203); vale decir que ponen en juego de la certeza. Se podrá confrontar, con una gran felicidad de lectura, el análisis del texto latimo de la regla ignaciana del obrar(p.219-227). Como síntoma de una época en que no estaba clara la relación del psicoanálisis don la espiritualidad, la obrafue publicada por el editor de los Escritos de Lacan, en el formato de los Escritos y con una tapa que también se le asemeja, pero en la colección "El campo freudiano", dirigida por Jacques Lacan, aun cuando su autor era miembro de la Escuela freudiana.
(26) Psychologia empírica(1732), Psychologia rationalis(1734). Un apasionante y erudito estudio reciente rectifica el prejuicio histórico ligado al nombre de Wolff: si bien se institucionaliza más tarde, en el siglo XIX, fue sin embargo ya en el siglo XVI cuando nació la Psicología (Paul Mengal; La Naissance de la psychologie, París, L`Harmattan, 2005).
* En el original, chez soi ("en casa", con el sentido genera que algo bárbaramente se expresaría como "en lo de uno"), donde también resuena le souci de soi, frase foucaultiana que se ha traducido como "el cuidado de sí" y que aquí en ocasiones para no forzar el español hacia el galicismo, traducimos como "cuidado de uno mismo" o "cuidado de sí mismo"[T.].

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